Mi nombre real, ese que figura en el DNI y por el cual me llaman mis padres, mi familia y (algunos) de mis amigos, es María.Tengo dieciocho años y vivo en un pueblo cerca de la gran y bella ciudad, aunque también un poco sucia, que es Barcelona. Vivo en el mismo pueblo, en la misma calle, en la misma casa, desde que nací y, a veces, resulta aburrido. Aunque quiero (y espero) poderme ir a vivir fuera. A Londres, a poder ser. Sí. Típico. Pero es lo que hay.
A decir verdad, me costó descubrir mi interés por la lectura y por la escritura.... si no recuerdo mal tenía doce años cuando me leí mi primer libro entero (por mi cuenta). Leía los del colegio, claro está, como deberes y esas cosas... pero nunca me había comprado un libro por placer. El primero que me leí fue un tanto raro, y ahora no recuerdo su nombre, era uno de estos para chicas que iba de las típicas niñas que se van de compras y demás. (Un poco patético, quizá. Pero es que era bastante repipi.
Soy bastante fangirl y stalker. Aunque a mi manera. Lo cual quiere decir que voy a mi bola. No concibo una vida en la que no tuviera nada por la que fangirlear pero tampoco baso toda mi vida en ello. Es algo que está ahí y hago pero no estoy las veinticuatro horas por ello. Las cosas que me hacen fangirlear son: la música, y concretamente algunos grupos y cantantes como One Direction, los Jonas Brothers, Emblem3, Ed Sheeran o Taylor Swift, aunque también muchos otros, y algunas series o programas de televisión como Prison Break, Gossip Girl, Mentes Criminales, etc. Y, obviamente, los libros.
No hay mucha más cosa que contar, soy bastante normal en todos los aspectos de mi vida, supongo.
(Normalmente soy más así: haciendo el tonto y vestida normal)
Ah! Si! Se me olvidaba.
La historia de este pseudónimo es bastante extraña y tiene diferentes significados que, en un principio no tenían, y se le han ido añadiendo con el tiempo. Os la voy a contar porque siempre me lo han preguntado y estoy cansada de explicarlo... así que para no preguntéis más... allá va la historia de por qué mi pseudónimo es Mery Da Font y no cualquier otro.
Todos tenemos una época en la que nos rebelamos contra todo y estamos con el inconformismo subido, y esa época suele ser la adolescencia (entre los catorce y los diecisiete, para hacernos una idea). Yo, obviamente, también pasé esa etapa, como todos, y lo primero que me pareció feo y que debía ser de otra manera era mi nombre. Al nacer mis padres decidieron que me llamaría María, un nombre típico español y muy común, y que (a su parecer) era bastante bonito.
Un día un chico, que casualmente me tenía tonta perdida, me llamó "Mery" en vez de "María". Y a mi me gustó. Fue una versión inglesa a su manera, ya que la versión correcta sería "Mary", que me gustó. He aquí la primera parte de mi pseudónimo: Mery.
A los quince años o, incluso antes, ya tenía claro que quería ser escritora y creí conveniente, ya que no me gustaba mi nombre, encontrar un pseudónimo. Entonces pensé un montón de cosas diferentes y entre ellas aparecieron cosas como: somos un 70% de agua, la tierra tiene tres cuartas partes de agua y sólo una de tierra, no podes subsistir sin agua, el agua es la fuente de la vida, etc. Algo rebuscado, lo sé pero bueno. Todo estaba relacionado con el agua y el agua sale de las fuentes, sean naturales o artificiales. He ahí la segunda parte: Da Font. Con el tiempo, a esta última parte, se le añadió el significado de que la inspiración a veces viene a borbotones... como si fuera una fuente de agua, que nunca se para.
Y ahora sí que sí. Creo que nada más... ¡Espero que disfrutéis del blog!
See you soon, xoxo
Mery.
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